Cuando el área de cobranza se convierte en el cazafantasmas
Sabes que algo no anda bien, cuando tu equipo de cobranza empieza a notar los fantasmas del cobro. Clientes que “desaparecen”, pagos que “nadie dio seguimiento” y reportes con más incógnitas que respuestas. Lo que debería ser un proceso ordenado se vuelve una cacería de deudores, con el flujo de caja tambaleándose y la presión creciendo junta tras junta.